Wednesday, January 4, 2012

La especial de las 2 de la madrugada

While you anxiously await new blog updates....
(I wrote this post about my finest moment in October 2010. I had to rewrite it in Spanish for a class assignment. To be reminded of the post in English, and watch the video of my rap debut, go here.)

Creo que todas las semanas que había pasado en mi dormitorio, porque me pasé toda la adolescencia castigada, aprendiendo las letras de mis canciones de rap favoritas, no fueron para nada. Gracias Mamá y Papá.

Una vez cada mes, Whit y yo ibamos a HHK NYC en Brooklyn. No era el karaoke normal donde te ponías en pedo leyendo las letras de un televisor, gritando las canciones. Era el karaoke más verdadero que había. Verdadero rap, fuera de joder. Pensé en la escena de la película 8-Mile. En la que Eminem estaba vomitando antes de rapear por primera vez. Como esa escena, en HHK siempre había un montón de gente, un escenario gigantísimo, un DJ, un animador, música instrumental, todo.

Siempre le decía a Whit que era mi sueño rapear en HHK antes de irme de NYC. Desgraciadamente, nunca he tenido el coraje para hacerlo frente a tanta gente.

En esa época, de repente estaba en NYC de nuevo. Recibí la noticia que HHK sería el viernes, el 15 de octubre. Fue mi destino, ¿no? Siempre decía que si tuviera los huevos para hacerlo, rapearía Outkast, Da Art of Storytellin', que era una de las canciones de rap más difíciles de entender en el mundo porque ellos rapeaban tan rápido y que sería realmente difícil. Más que difícil. Casi imposible.

Llegué a la casa ese viernes después del trabajo, me encerré en la cocina usando una cuchara de madera como micrófono. Empecé a rapear. Después de practicar la canción de mis sueños y darme cuenta de que era re difícil, decidí de intentar una canción más fácil porque seguramente sería mejor subir el escenario con confianza frente a tanta gente. Pero de hecho, no hubiera sido fácil de ninguna manera, punto. Hazlo grande o no lo hagas.

Llegué al bar temprano para inscribirme. Tenía que esperar. Le pedí a Diggs (el host) que me permitiera hacerlo en ese momento antes de que perdiera los nervios. Medijo que no me preocupara, que podría inscribirme en un ratitio, y que debería tomar algo para calmarme. Le dije que no tomaba. Me respondió que no sabía que decirme. Finalmente me inscribí. Me dio el número 27. no había comido nada después del almuerzo para no vomitar. Me da miedo estar frente a un grupo de gente grande. Me cuesta. Te juro que ese miedo es real.

Keiji, Luke, y Meranne llegaron. Estaba transpirando y temblando y nunca en mi vida había estado tan nerviosa ni muerta de miedo. Tenía el papel con la letra tan apretado en las manos que los nudillos estaban blancos. La letra que no necesitaba leer porque sabía cada palabra. La rapeadora número 26 llegó en el escenario y me sentía realmente que las piernas pararían de funcionar y que me desmayaría. Keij y Luke me animaron a usar la energía nerviosa para rockear. Les dije que sería más probable que esa energía me ayudara vomitar en sus caras y que ellos me dejaran a joder.

Diggs anunció que era mi turno. Mierda. Fue el momento, y no estaba lista. Subí hacia el escenario y Diggs me reconoció de antes y le dijo a la gente que yo había estado esperando ese momento toda la noche. Todos estaban mirándome como si fuera una extraterrestre. Todos me dudaban y me gritaban que era blanda, que era una mierda, que pin, que pan, que qué sé yo. Un hombrecito dijo que yo parecía una madre enojada (que era vieja y que no podía rapear). Tome el micrófono y le dije que no era madre ni estaba enojada. Estaba demasiado nerviosa para decirle que podría chuparme un huevo. La música empezó. La boca se abrió. Estaba rapeando. Al principo, faltaba un par de palabras. pero sobreviví la parte más difícil y llegué. Terminé rapeando la canción entera sin vomitar, sin desmayarme y sin cagarme los pantalones. ¡Exito! A la gente le encanto. no solo gritaban Keiji y Luke sino que todos los demás. Me sentí como si fuera una estrella de rap. Cuando terminé, Diggs me dijo que era una genia. A él le respondí que tenía que irme antes de vomitar en sus lindos zapatos.

Salimos del bar. Cuando Keiji me preguntó que cómo me sentía, le dije que tenía hambre, que no podía sentir las piernas, pero que me sentía bien porque esa fue la cosa más difícil que había hecho en mi vida. Me miró como diciendo que era una ridícula y me dijo, "Kells...Acaba de andar en bici a través de Estados Unidos y HHK es la cosa más difícil que has hecho en tu vida entera?"

Como Keiji siempre dice, mi vida exitosa sigue adelante.

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